Definición.
La cooperación consiste en el trabajo en común llevado a cabo por parte de un grupo de personas o entidades mayores hacia un objetivo compartido. El trabajo cooperativo no compite, sino que suma fuerzas hacia el objetivo. Puede suceder que un grupo cooperativo compita con otro, pero dentro del grupo, nadie quiere ganar a su compañero, sino juntos, al otro equipo.
Cada integrante del equipo cooperativo debe poner lo mejor de sí mismo para el bien de todos. Nadie quiere ganar individualmente sino beneficiarse en conjunto. El integrante del grupo cooperativo siente afinidad por sus compañeros, y es parte de un plan de acción, con el que se involucra, y comparte sus valores. Sabe que solo siendo solidario, permitiéndose ser ayudado y ayudar, obtendrá la finalidad deseada. El hombre debe vencer su individualismo cada vez más creciente en este mundo postmoderno, para entender la paradoja que cuanto más piense en sí mismo, sin considerar a sus semejantes, más se perjudicará. Debemos ayudarnos, cooperando para ser más fuertes.
La Cooperación es un Valor Moral y Social.
Los valores Morales son todas aquellas cuestiones que llevan al hombre a defender y crecer en su dignidad en cuanto persona, porque indefectiblemente el valor moral conducirá al hombre hacia el bien moral, que como sabemos, es aquello que lo perfecciona, lo completa y mejora. Entre ellos, el respeto, la tolerancia, la honestidad, la cooperación, la lealtad y la responsabilidad, entre otros, surgirán y se inculcarán a cada persona, primordialmente, en el seno familiar.
Los valores sociales son el componente principal para mantener buenas y armoniosas relaciones sociales. Donde se mencionan la cooperación que es la asistencia que ofrecemos de manera desinteresada, la paz, el respeto, igualdad, fraternidad, solidaridad, dignidad, honestidad, honradez, libertad, responsabilidad, amor, sinceridad. Son hechos sociales que se producen en el entorno. Existe una intercomunicación entre cada uno de los valores antes enunciados. La buena práctica de los valores sociales cultivan las actuaciones positivas de las personas.
Hay cuatro condiciones esenciales que tienden a ser necesarias para que surja un comportamiento cooperativo entre dos individuos:
- Una superposición de deseos.
- Una probabilidad de futuros encuentros con el mismo individuo.
- Recuerdos positivos de anteriores encuentros con ese individuo.
- Un valor asociado con futuros resultados.
Aquél que coopera recibe cooperación: El método para ofrecer cooperación es utilizar la energía mental para crear vibraciones de buenos deseos y sentimientos puros hacia los demás y hacia la tarea. Al permanecer desapegado, objetivo e influenciado por los valores más internos y no por las circunstancias externas, surge la cooperación en forma de sabiduría.
La realización humana es como una cordillera con precipicios, riscos, pendientes y valles. Alcanzar la perfección en un esfuerzo colectivo es como desear conquistar la cima más alta. El esfuerzo requiere que cada alpinista esté equipado con habilidades y conocimientos esenciales, mucha determinación y fuerza de voluntad. Sin embargo, no se debe emprender la ascensión sin lo más indispensable: la cuerda de seguridad de la cooperación. La cooperación asegura ecuanimidad, capacitación, facilidad y entusiasmo. La cooperación provee los medios para que cada escalador dé un paso, por pequeño que sea, y que todos esos pasos, unidos, permitan alcanzar la cumbre.
Objetivo.
El objetivo constante de la cooperación es el beneficio mutuo en las interrelaciones humanas; se fundamenta en el principio del respeto mutuo. El valor, la consideración, el cuidado y la participación proporcionan un fundamento a partir del cual puede desarrollarse el proceso de la cooperación.
Si la capacidad de discernir es clara cuando una persona, grupo o nación precisen cooperación y se aplique el método apropiado, habrá éxito en las relaciones e interrelaciones humanas. El método puede ser tan sencillo como ofrecer una explicación, brindar amor o apoyo, o saber escuchar. Sin embargo, si no se dispone de la capacidad de discernir el tipo de cooperación adecuada ni el método correcto para proporcionarla, no se experimentará éxito en la forma de acuerdo y de satisfacción. Esto puede compararse a un médico que no diagnostica una enfermedad de una manera precisa. En vez de mejorar, el paciente experimenta complicaciones debidas al tratamiento.
Importancia.
Cooperar es responsabilidad de todos, aunque facilitar el proceso requiere valor y fortaleza interna. A veces, los que asumen la responsabilidad se convierten en el blanco de insultos y críticas. Se requiere una preparación fundamental para crear un mecanismo de apoyo interno mediante el cual las personas sean capaces de protegerse a sí mismas y de mantener la ecuanimidad y el equilibrio. Se necesita una actitud de desapego, en la que nada se tome a nivel personal. Al permanecer desapegado, objetivo e influenciado por los valores más internos y no por las circunstancias externas, surge la cooperación en forma de sabiduría. Mirar a otro con una actitud de amor y de cooperación, aún después de haber sido “difamado” por esa persona, se reconoce como tener una visión misericordiosa. La perspectiva de uno está llena de comprensión, perdón, tolerancia y paciencia. El que adopta esa actitud, elimina más fácilmente las trabas de la falta de cooperación que pueden haber obstruido el progreso.
La cooperación requiere reconocer el papel único de cada persona, a la vez que mantener una actitud sincera y positiva. Los pensamientos positivos dentro del ser automática y fácilmente crean sentimientos de cooperación en la mente de los demás. El método para ofrecer cooperación es usar la energía de la mente para crear vibraciones de buenos deseos y sentimientos puros hacia los demás y hacia la tarea a realizar. Esto afecta al ambiente en una forma positiva y sutil. Las vibraciones colectivas de un esfuerzo tan puro y sutil preparan el terreno para deliberaciones abiertas y profundas, así como para períodos exitosos de cooperación.
La cooperación, con el tiempo y con el orden natural de los acontecimientos, genera paciencia. El tiempo es valioso porque siempre ofrece la oportunidad única de conseguir lo que es mejor y lo que es necesario en el momento adecuado. El tiempo coopera con cada persona si ésta reconoce su importancia.
La cooperación es posible cuando hay facilidad, no pesadez. Ser fácil significa ser sincero y de espíritu generoso. Tal generosidad le hace a uno digno de recibir la cooperación de todos. Si uno tiene fe y confianza en los demás, eso, en retorno, construye la fe y confianza en ellos. Tales sentimientos producen un ambiente de enriquecimiento, respeto, apoyo y solidaridad.
En el proceso de transformar el mundo, ahora es el momento de que cada persona aporte una pequeña dosis de cooperación; si no es con la mente, entonces con el trabajo físico; si no es con el trabajo físico, entonces con la riqueza; si no es con la riqueza, entonces apoyando o motivando a otros a cooperar. Si cada uno aportara un dedo de cooperación, ¡juntos podríamos levantar una montaña! ¡Y cuando se reconozcan como indestructibles los vínculos espirituales que nos unen en hermandad universal, la cooperación será inevitable y juntos podremos alcanzar nuevas y grandes cimas.
Trabajar la cooperación en la escuela.
La cooperación se puede definir como "la acción que se realiza juntamente con otro y otros individuos para conseguir un mismo fin" (Carreras et al., 1995). Esta acción, aunque a veces es un beneficio para uno mismo, siempre tiende a beneficiar a los demás. Para que este acto se considere cooperativo tiene que existir una reciprocidad; si no existe ésta, no podemos hablar de "cooperación", sino sólo de "ayuda". Para Aguilar (1995), se da una estructura de aprendizaje cooperativo cuando los objetivos que persiguen los participantes están estrechamente vinculados entre sí, de manera que cada uno de ellos puede alcanzar sus objetivos si, y sólo si, los otros alcanzan los suyos.
Trabajar a favor de la cooperación significa perseguir objetivos tales como los siguientes (Carreras et al., 1995):
1. Fomentar la cooperación y observar la necesidad que tenemos de los demás.
2. Estimular la comunicación y coordinación en el grupo.
3. Concienciar de que las diferencias entre las personas no son una dificultad para lograr una buena convivencia.
2. Estimular la comunicación y coordinación en el grupo.
3. Concienciar de que las diferencias entre las personas no son una dificultad para lograr una buena convivencia.
La cooperación es un concepto central en el pensamiento de Freinet, para quien la escuela es una comunidad que se construye con la colaboración y cooperación de todos. Su proyecto educativo tiene un carácter marcadamente cooperativo, que entiende tanto la formación docente como la propia enseñanza desde un enfoque grupal. Freinet mostró algunas claves para poder lograr la difícil tarea de superar la perspectiva individualista en la enseñanza.
Esta cooperación la inicia en el aula, con la creación de una dinámica de grupos en tomo a proyectos comunes, como se refleja en algunas de sus técnicas, como la del "fichero escolar" (que se realiza cooperativamente), la de los "planes de trabajo" (que se elaboran entre todos), etc. Freinet decía que "la forma individualista de los manuales escolares y de los instrumentos de trabajo estrictamente personales debe ceder poco a poco el lugar a la organización colectiva, de la que la cooperativa escolar será a la vez alma e instrumento".
Para González (1996), la cooperación es la piedra angular de la pedagogía de Freinet; es un principio que orienta el trabajo pedagógico en todos los sentidos y que se realiza necesariamente a través de una obra colectiva y de equipo. La actitud cooperativa implica también la apertura hacia otras corrientes pedagógicas, que puedan enriquecer el trabajo educativo.
Las grandes ventajas de la cooperación en la escuela.
a. Mayor coordinación: desarrollo de la comunicación, mayor eficacia en el trabajo, mayor satisfacción de necesidades individuales.
b. Valoración positiva de los demás: con mayor entendimiento, ayuda mutua, aceptación de ideas y sensación de objetivo común.
c. Mayor satisfacción individual.
d. Mayor cohesión grupal: con más confianza y amistad entre los miembros del grupo y aumento del esfuerzo personal.
e. Mayor maduración personal, por el desarrollo de la capacidad de cooperar y la apertura al conocimiento de los otros.
b. Valoración positiva de los demás: con mayor entendimiento, ayuda mutua, aceptación de ideas y sensación de objetivo común.
c. Mayor satisfacción individual.
d. Mayor cohesión grupal: con más confianza y amistad entre los miembros del grupo y aumento del esfuerzo personal.
e. Mayor maduración personal, por el desarrollo de la capacidad de cooperar y la apertura al conocimiento de los otros.